La Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) se apresta a debatir y someter a votación una resolución que exige el levantamiento del embargo estadounidense sobre Cuba, una medida sancionatoria que Washington inició en 1960 y aplica de forma completa desde 1962.
En este escenario, el flamante canciller Pablo Quirno dará la primera señal de alineamiento con la política exterior de Estados Unidos. Según pudo confirmar este medio, y a menos que ocurra un hecho extraordinario, la Argentina se posicionará junto a la representación norteamericana y rechazará la resolución.
Desde 1992, y de manera ininterrumpida, la Asamblea General de la ONU ha votado anualmente en contra del embargo. La Argentina había mantenido históricamente esta postura, fundamentada en principios de integridad territorial y no injerencia, además de funcionar como un elemento de intercambio para el apoyo cubano al reclamo de soberanía sobre las Islas Malvinas.
Esta misma votación fue la que, el año pasado, terminó costándole el cargo a la entonces canciller Diana Mondino, lo que permitió el ingreso de Gerardo Werthein al Palacio San Martín. En 2024, la representación argentina ante la ONU aún siguiendo la histórica posición del país, actuó en línea con las instrucciones de Buenos Aires, lo que generó el descontento del presidente Javier Milei.